Color de la tierra por excelencia, pero también de la madera, de los árboles y muchos alimentos, el marrón es un color suave y tranquilizador, del que no se cansa nadie. Es un color terciario cálido que se puede obtener mediante diferentes mezclas (naranja + azul + amarillo, por ejemplo). No está asociado a ninguna connotación negativa y la paleta de sus matices ofrece una amplia gama de posibilidades: castaño, café, canela, sepia, beige, óxido, ladrillo, hoja muerta, avellana, tabaco, siena…