El carácter impenetrable del negro aporta una dimensión de misterio y su simplicidad es también sinónimo de rigor. Los sectores de la moda, de la ilustración y, por supuesto, del envasado lo han entendido bien: emite una sofisticación que lo convierte en EL color de la distinción, la elegancia, el refinamiento y el lujo. Al elegir el negro, se asegura de no confundirse y registrarse en una forma de atemporalidad. Además, ¡los primeros pigmentos preparados por los seres humanos ya eran negros!