El rojo, sin lugar a dudas, despierta sentimientos. Se impone como un color cálido, enérgico, penetrante y, de cierta manera, tranquilizador y envolvente. Se asocia a la sangre y el infierno, pero también al calor y a la energía. Amor/ira, sensualidad/sexualidad, valentía/peligro, ardor/prohibición: el rojo es el color de todas las paradojas y evoca la sangre, el fuego, la lava, así como los tomates, las amapolas o las fresas.
En las culturas asiáticas, el rojo es un color que simboliza la buena fortuna, la alegría, la prosperidad, la celebración, la felicidad y una larga vida. El rojo simboliza la buena suerte en Egipto. Mientras que en la India, se asocia a la pureza y a la espiritualidad.